Azul pizarra pintado en los montes
diáfana y difusa en la pincelada,
bordadas de fuego,crestas afiladas,
destacan altivas en el horizonte.
Debajo,espesura,hacia las laderas,
recorta figuras de pinos y abetos,
separan sus formas caminos y setos,
cuadrados tapices entre las verdades.
La naturaleza da un breve mensaje
de belleza pura a los caminantes,
detienen el paso, tan sólo un instante
y gozan con calma el agreste paisaje.
Las nubes tras éstos,juegan a esconderse,
salen,los rodean de una barba blanca,
gigantes de piedra,que hacia el cielo avanzan,
no deben tocarlos,no han de atreverse.
Enormes montañas,de verde vestidas,
trepar tus caminos,coronar tus cimas,
a un paso del cielo,subiendo hasta arriba,
acerco al Señor dentro de mi vida
Escrito por Zuhaitz en 1981
