La vida es un guijarro sumergido
en las aguas de un rio caudaloso,
tras el frio cristal,se le ve hermoso,
por su forma diríase elegido.
Mas,cuantos golpes de agua habrá sufrido
para ver su figura moldeada
y el tiempo que su cara desgastada
ofrecìase impávida al pulido.
Nosotros,al igual que los guijarros
sufriremos el paso de la vida
para adquirir conocimiento y perfección.
Y sentir en nuestro cuerpo hecho de barro
el estigma que dejan las heridas
que cada uno lleva en su corazón.
escrito por Zuhaitz en 1981
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