Sobre el humo de una hoguera,
hacia estrellas plateadas
con los duendes de la noche
y voces de almas dormidas.
Despiertan a una quimera
en las noches desveladas,
alegóricos fantoches,
a la invocación de un druida.
Atraviesan el espacio
con el canto del silencio
y van dibujando estelas
en la plenitud del cielo.
Acaso es un leve prefacio
a una visión que presencio
a la luz de las velas
sobre las sombras del suelo.
En la cual,los olvidados
que han dejado su existencia
se unen en una fiesta
de dichas y plenitudes.
Reunidos y abrazados
en total omnipresencia,
se aproximan hacia ésta
y en gran número acuden.
En el firmamento danzan
con los astros por testigos
y las sombras se disipan
como humo que es esparcido.
Y con sus voces alcanzan
los rincones escondidos,
de los cuales participan
los universos perdidos.
Cuando el alba empieza abrirse,
la noche desaparece,
concluye su alegre fiesta
y amanece un nuevo día.
Sus voces dejan de oirse,
pronto la hoguera fenece
y va extinguiéndose esta...
fantástica alegoría.
escrito por Zuhaitz en 1982
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