viernes, 20 de mayo de 2011

Un día más

En la común existencia
perfilando las auroras,
me preguntaré si ahora
desfloro aún mis vivencias.

Si al golpe de los latidos
del trajinar cotidiano,
alguna vez encontramos
a todo esto sentido.

Cuando ese negro sayón
colmado de mil estrellas,
acaba con la epopeya
de un día sin ton ni son.

Al hundirnos en la almohada,
presos de meditaciones,
del silencio y sus canciones,
recordamos la jornada.

Al amanecer camina
un hombre,y no sabe si existe;
él a cada paso embiste
con su sombra en las esquinas.

Se apagan los faroles
de angostas avenidas,
figuras perseguidas
de claves y bemoles.

No habrá ya despedida
a la noche taladrada,
atrás quedó olvidada
su faz ennegrecida.

El hombre se dirige
al "tajo cotidiano".
paraguas en la mano
sin rumbo que lo fije.

Bailando en la muñeca
de un ser enmudecido,
absorto y distraído.
Su rostro,ni una mueca.

El día crecerá,
la luz ha de invadirlo
y casi sin advertirlo
de la oficina saldrá.

Irá marchando a tumbos
en medio de los coches
y hará más de un reproche...
-Cualquier día sucumbo
con tanta porquería,
humos y gasolina
y tienen la cara encima
de vocear todavía.

Pensando en todas las cosas,
en las calles jadeando,
se hallará pronto llegando
al hogar,junto a su esposa.

Que aunque sonríe y se calla
con mucha resignación,
también lleva en procesión
librar su dura batalla.

Que nos es oficio pagado
hacer la casa y la compra.
barrer,sacudir la alfombra
y esperar en el mercado.

Si el viento arranca las flores
de un soplo fuerte y fugaz,
la angustiosa soledad
marchita también amores.

Amores que no lo son,
desprendidos de sus vidas,
una soportable herida,
un invisible hinchazón.

Como mirar sin retina
a la oquedad del vacío,
no sentir calor,ni frío,
esclavos de una rutina.

¿Es esta la realidad?
¿De esto he de ser el dueño?,
pues me sumerjo en mis sueños
y que me dejen en paz.

No vivo de realidades
que asfixien mi integridad,
sólo busco la verdad
y aplicarla a mis verdades.

Errar para comprender,
cómo debo de actuar
y sabiendo qué es errar
mi marcha vuelvo a emprender.

Crecer ante el sufrimiento,
el dolor y la agonía,
para encontrar la armonía
que hay en los sentimientos.

Morirme y resucitado
hallarme de nuevo aquí
dispuesto para vivir
sabiéndome liberado.

Es seguro que dirán:
-A ti te la dan con queso.
-hay traición hasta en un beso.
-guárdate o te vencerán.

-Todo funciona en esquemas,
la amistad,amor,el sexo,
lo que es cóncavo o convexo,
el que te admira o blasfema.

¡A la mierda con el mundo
y sus pedantes profetas!.
Tengo trazadas mis metas
como cualquier vagabundo.

Vagar por las ensenadas
con mi sonrisa cargado,
proclamar a pecho hinchado...
¡No me arrepiento de nada!.

Si con el conocimento,
obro de lo más correcto,
no sentiré el peso muerto
que deja el remordimiento.

Todo esto que comento
son pensamientos,sin más,
como una flecha fugaz
que ha atravesado un momento.

Lo plasmaré en mi diario
de poema y fantasía,
aunque sólo ha sido un día
en la hoja de un calendario.

escrito por Zuhaitz en 1982

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